lunes, 31 de agosto de 2009

a tutoia con reflexion y cuento incluido


El intento de hacerlo en la bici duro cinco km hasta que llegue al desvio que sale de la ciudad de barrehirinhas, arena , solo arena, la bici se enterro unos 20cm y el carro ni hablar, y eran solo los primeros 10mts. Dos locales pasaron y me ayudaron a salir de medano, me explicaron que mas adelante era peor, habia que encontrar otra solución, decidi esperar para ver si algúna camioneta pasaba, generalmente solo lo hacen los vehículos colectivo y con ellos ya habia hablado. Al rato pasaron dos camionetas de una compañía y les pregunte , su no se debió a complicaciones con el seguro,si si, seguro.compre una coca cola de litro con la idea de compartirla y ganarme la confianza de los muchachos, el destino me devolvió la cachetada porque a ninguno le gustava la gaseosa con la que me la tuve que tomar solo, pero al mal tiempo buena cara y al ver algunos pescadores que se metían para el lado del rio pregunte para donde iban, me dijeron, Cabure, Fica perto do tutoia?, pregunte, Si, mintieron, Cual es ou preco?, volvi a preguntar, 20 reais, doi 10 si me leva para la, bein, y fin de la conversación, saldríamos a las 12 con lo que me dio tiempo para desarmar la rueda trasera y arreglar el pinchaso, el primero de una rueda de la bicicleta desde aquel fatídico 2do dia, que extrañamente habia tenido en el corto trayecto hasta el pequeño puerto.
Cuando eran las 12 , buda y Gandhi ya estaban en sus lugares y entonces salimos en la pequeña canoa donde a duras penas entrabamos los cinco, los dos pescadores, mis dos compañeros y yo. Como subíamos y el viento lo teníamos en contra el agua de las olas que pegaba en la popa de la embarcación nos mojaba a mi y a mis cosas, charlaba de a ratos con mis contratados pescadores, su problema era dar por sentado mi conocimiento del idioma cosa de la que yo no estaba del todo seguro. El recorrido era agradable,me sentía una especie de aventurero a la antigua, un explorador conducido por nativos y a pesar de irme mojando el sol calentaba bastante como para regular la temperatura. íbamos siempre cerca de la costa para evitar la fuerte corriente central y la verde costa también derramaba algo de sombra de vez en cuando. Paramos en un pequeño campamento pesquero entre los manglos y me condujeron descalzos todos a una pequeña granja donde criaban cerdos en medio de una sabana que se abria hasta el mar. Reiniciamos el viaje y el viento ya no soplaba sino que castigaba las olas, con lo que lo que en principio era un simple rocio se convirtió en fuerte ducha. Mientras los pescadores tomaban cachaca yo aceptaba de a ratos y de a otros solo simulaba beber, algo habia que no me cerraba, y mi instinto no me falla muy seguido. llegamos a un montículo de arena que se elevaba a un lado de la costa y un bar-despensa-pulperia era atedido por varias mujeres y un hombre. Uno de los navegantes me “sugirió” comprarles una botella de cachaca, no vi muchas opciones y compre,4 reais, luego agrego unos cigarrillos, le dije que no pensaba pagar los cigarrillos y que considerara eso incluido en el precio del pasaje,entre dientes dijo, miserabel, claro que lo suficientementa alto como para que escuchara, me arruino el pintoresco viaje, los difícil que es construir y lo facil que es destruir. Subimos de nuevo a la canao, a la media hora ya estaba en caburé, cuando baje le di 10 reais solo por falta de cambio para darle 8, y todavía me pidió mas, con una putiada argentina lo mande bien a la mierda y con las cosas ya en la playa me puse a ver la forma en la que saldría de este punto del Brasil donde el rio se une con el mar dejando a caburé encerrada en una pequeña península de arena y donde la famoso rua da vera da `Praia era eso mismo pedalear la playa. Cuando me puse en la tarea unir el carro con la bicicleta me di con que en el viaje por el rio el tornillo de un lado se habia perdido, y yo e n el medio de la nada y con tres posadas donde no habia ningún dueño, lease ninguna posibilidad de canje, y dos cabañas de gente que vivía aunque no se vieran habitadas. Entre entonces en uno de los hoteles y grande fue mi sorpresa al encontrar al salvadoreño viendiendo artesanías al lado del restaurante, lo llame, Salvador,Argentino , me contesto, juan era su nombre y cuando le conte el problema con la bici me ofreció alambre de acero que tenia en su casa, y es que el era uno de los habitantes del lugar, casi el 20% de la población, junto con su esposa, una morena brasilera con el largo pelo negro atado en pequeñas trenzas. A duras penas hundiéndome en la fina arena y mientras ellos iban hacia su hogar lleve también mi bici y el carro de a uno por vez hacia allí tambien. Entre en su hogar, sencillo y de una frescura que invitaba a sentarse en el piso de arena fresca de su entrada o en el de ladrillo de su comedor-cocina o simplemente tirarse en la hamaca a relajarse. Me ofrecieron comer, les habia sobrado arroz y pescado frito que seguro guardaban para no noche, pero me vieron comer con una sonrisa en la cara. Charlamos un rato y una camioneta se escucho a lo lejos, una posibilidad de salir de un lugar del que ahora no sabia si quería irme. El conductor me dijo que no iba a donde obligatoriamente iba, y eso que volvia vacio, no me sentí tan mal igual, ya me hacia a la idea de pasar la noche en este limbo de arena, volvi a la casa y hablamos de viajes, de pueblos de sudamerica que ambos habiamos visitado y fue cuando me ofrecían café y en el preciso momento que ponían el agua a hervir que otra camioneta apareció y se metió en uno de los hoteles, volvi a salir detrás de ella, traia a una pareja de franceses desde jeri que habían pagado la friolera de 1200reais por la llamada ruta das emocioes, que va desde jeri hasta barreirinhas o viceversa. Esta vez el conductor iba hasta tutoia, pero ya ahora dudaba mas en irme cuando volvi a la cabaña de salvador ellos salian con una taza de un café que resulto ser mate cocido, me la tome rápido, y me ayudaron a acercar las cosas al camino por donde pasaría la Toyota bandeirante, vehiculo oficial de las arenas brasileras,cuando la camioneta llego me despedi con cierta tristeza, todavía la mujer de salvador me pregunto, Porque la prisa?, y yo, No se, y todavía me lo sigo preguntando. Alcance a dejarles la silla plegable y el libro de Vargas llosa, que buen lugar para leer era aquel, espero poder volver algún dia. Mientras tanto, yo me sentaba en la caja de la camioneta para comenzar el viaje por la vera de la Praia y que luego cruzaría los pueblos de arena, paulinho neves y varios pequeños povoados mas que parecen hacer oídos sordos a la parábola del buen constructor.
Llegue a tutoia de noche, por suerte habíamos parado dos minutos en un taller mecanico, que fueron suficientes para conseguir un tornillo y una tuerca para el manco carrito.arme todo y me puse a buscar entre los clásicos, un lugar donde dormir. Encontre una biblioteca y me quede un rato en internet , me dejaron conectar a la netbook y pude hablar con la flia un rato. Al rato retome la búsqueda y despues de varias vueltas termine armando la carpa al frente de un lugar que decia policía civil, en donde al rato de estar ya afincado salió un joven que se limito a dar el ok al status quo, me prepare avena en sus dos versiones, esta vez sin café y me acoste en la carpa a dormir, porque a pesar de la corta pedaleada, estaba agotado.

Reflecciones sobre el dar sin esperar y fabula de construir y destruir

Ese dia tuve dos claros ejemplos del dar pero en versiones opuestas, los pescadores eran gente humilde pero al dar, y bajo un precio que se ajustaba con cierta precisión al justo, vieron solo la oportunidad de aprovechar la situación para ganar mas de lo que invertían. Y en cierto sentido lo lograron, no me importaba tanto el dinero como la actitud que termino arruinando un viaje que parecía digno de la national geographic, pero igual, ellos se fueron disconformes, pensaron que adulándome en ciertos tramos del viaje yo pagaría mas, como si la falsedad no se oliera a un km y yo tambien me quede en el mismo estado, era imposible no percibir la codicia.
Cuando llegue a caburé tuve el otro ejemplo, dos personas, salvador y su mujer, de los cuales solo habia cruzado dos palabras con el primero, ya habían armado todo para que me quedara, me dieron de su comida y me ofrecieron cosas olvidándose del recibir, como si el dar y el recibir fueron cosas totalmente extrañas entre si, y además felices en el compartir, como si eso no se percibiera a un km de distancia, y yo feliz, era imposible no ser parte de esa corriente de felicidad que nos generaba a ambos el dar y el recibir sin relacionar ambos lados de la moneda.

cuento

Paseaba buda por las cercanías de un bosque cuando al entrar en el un ladron le salio a su encuentro, Dame todo lo que tengas , le dijo, Como podras ver solo me tengo a mi y nada mas conmigo, constesto él, Pues entonces ya conoces las reglas, te tendre que matar, Las conozco pero deja primero que te pida dos cosas, ya que serán las ultimas que pida en vida, el bandido accedió, Primero ,ves esa gruesa rama que sale de la higuera, pues cortala, con un rápido movimiento de la cimitarra el ladron separo la rama del tronco, y satisfecho se volvió a mirar a Buda, Ahora, por ultimo, vuelve a colocarla en su lugar, el bandido lo miro y le explico, Eso no es posible,Eso crees? pues entiendes ahora lo difícil que es construir y con la facilidad que todo eso se destruye ,te dare un consejo, no destruyas algo que no sabes si tendras la capacidad para reconstruir, hablo por ultima vez Buda, el bandido quedo solo pensando en el bosque mientras él se interno en el.

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