jueves, 27 de diciembre de 2012

Peter, el bush hippie

Escribo ahora, sentado cómodamente en la proa de un bote-casa, mientras el sol tibio barre la superficie del lago Marsh que parece haber sido planchado para hacer de nuestra visita algo exageradamente agradable. Y aunque a lo largo de mis viajes anteriores fui perdiendo esa capacidad de sorpresa que los vuelve tan adictivos, es imposible no sentirse embargado por un sentimiento de gratitud cuando estas situaciones vuelven a repetirse en múltiples formas y a lo largo de la ruta. Nadie podía predecir que intentando dejar Whitehorse atrás con el objetivo de hacer 85 kms íbamos a terminar en Swam Haven, pero un inconveniente con la bici de Nico nos obligo a volver a la casa de Philippe cuando no habíamos todavía salido de la ciudad. Eso también nos obligo a cambiar de planes y al despedirnos finalmente de nuestro benefactor , este nos dejo su último regalo, Hey! Saliendo a esta hora (19:30) no van a llegar muy lejos, puedo llamar a Peter , tiene una casa increíble a la orilla del Lago a unos 40kms : y claro, no podíamos decir que no. 5 minutos después ya dejábamos la capital de Yukón con la certeza de donde íbamos a pasar la noche. Llegamos cerca de las 22, Peter nos recibió con unas cervezas frías y con miles de historias. Había sido parte de los Bush Hippies (hippies del bosque), americano de nacimiento y buscando escapar de un gobierno que se quedaba sin soldados para enviar a Vietnam, se mudo con su mujer (se caso un día antes para asegurar la entrada de ambos a Canadá) a Yukón, donde antes había pasado 3 meses solo y viviendo como su inspirador y el de tantos otros, Thoreau. Allí construyo su propia casa con troncos y tuvo dos hijos y vivió una vida simple, algo que se había prometido hacer al volver de su retiro voluntario.De hecho vivía ahora en otra casa construida por el mismo, al igual que el bote desde el que ahora escribo, y había instalado solo recientemente, cañerías de agua y algunos enchufes para las visitas de sus nietos y su hijo de 5 años. Nos quedamos hablando hasta tarde, a sus 69 años, seguía haciendo viajes en bici, cazaba su propia comida y planeaba sus próximos viajes en cross country skies, internándose en las montañas y los lagos congelados en el duro invierno ártico. Casi como pidiendo permiso nos invito a quedarnos un dia mas para poder hacer un viaje por el lago con su bote-casa hasta una playa a un par de horas y asado mediante acampar ahí, y no nosotros sin dudarlo, si en realidad el viaje se trata mas de lo que pasa cuando no estas pedaleando. Ahora escribo mucho después, pero todavía me acuerdo de ese dia y de lo bien que la pasamos,hubo fuego, asado, algunas cervezas, Fran finalmente pudo tocar el digeridoo y yo dormi acunado por el movimiento del lago sobre el techo del bote .Fue difícil dejar la casa en el lago pero la dejamos a lo grande, desayunando mientras el motor nos llevaba despacito a la costa de nuevo y el sol pegaba tibio sobre quien quiesiera quedarse en el deck, A veces pienso que no merezco todo lo que me pasa, pero no podria vivir si no aprovechara las oportunidades que se me presentan asi que ya me tocara en otra vida pagar las deudas que dejo en esta