jueves, 27 de diciembre de 2012

Peter, el bush hippie

Escribo ahora, sentado cómodamente en la proa de un bote-casa, mientras el sol tibio barre la superficie del lago Marsh que parece haber sido planchado para hacer de nuestra visita algo exageradamente agradable. Y aunque a lo largo de mis viajes anteriores fui perdiendo esa capacidad de sorpresa que los vuelve tan adictivos, es imposible no sentirse embargado por un sentimiento de gratitud cuando estas situaciones vuelven a repetirse en múltiples formas y a lo largo de la ruta. Nadie podía predecir que intentando dejar Whitehorse atrás con el objetivo de hacer 85 kms íbamos a terminar en Swam Haven, pero un inconveniente con la bici de Nico nos obligo a volver a la casa de Philippe cuando no habíamos todavía salido de la ciudad. Eso también nos obligo a cambiar de planes y al despedirnos finalmente de nuestro benefactor , este nos dejo su último regalo, Hey! Saliendo a esta hora (19:30) no van a llegar muy lejos, puedo llamar a Peter , tiene una casa increíble a la orilla del Lago a unos 40kms : y claro, no podíamos decir que no. 5 minutos después ya dejábamos la capital de Yukón con la certeza de donde íbamos a pasar la noche. Llegamos cerca de las 22, Peter nos recibió con unas cervezas frías y con miles de historias. Había sido parte de los Bush Hippies (hippies del bosque), americano de nacimiento y buscando escapar de un gobierno que se quedaba sin soldados para enviar a Vietnam, se mudo con su mujer (se caso un día antes para asegurar la entrada de ambos a Canadá) a Yukón, donde antes había pasado 3 meses solo y viviendo como su inspirador y el de tantos otros, Thoreau. Allí construyo su propia casa con troncos y tuvo dos hijos y vivió una vida simple, algo que se había prometido hacer al volver de su retiro voluntario.De hecho vivía ahora en otra casa construida por el mismo, al igual que el bote desde el que ahora escribo, y había instalado solo recientemente, cañerías de agua y algunos enchufes para las visitas de sus nietos y su hijo de 5 años. Nos quedamos hablando hasta tarde, a sus 69 años, seguía haciendo viajes en bici, cazaba su propia comida y planeaba sus próximos viajes en cross country skies, internándose en las montañas y los lagos congelados en el duro invierno ártico. Casi como pidiendo permiso nos invito a quedarnos un dia mas para poder hacer un viaje por el lago con su bote-casa hasta una playa a un par de horas y asado mediante acampar ahí, y no nosotros sin dudarlo, si en realidad el viaje se trata mas de lo que pasa cuando no estas pedaleando. Ahora escribo mucho después, pero todavía me acuerdo de ese dia y de lo bien que la pasamos,hubo fuego, asado, algunas cervezas, Fran finalmente pudo tocar el digeridoo y yo dormi acunado por el movimiento del lago sobre el techo del bote .Fue difícil dejar la casa en el lago pero la dejamos a lo grande, desayunando mientras el motor nos llevaba despacito a la costa de nuevo y el sol pegaba tibio sobre quien quiesiera quedarse en el deck, A veces pienso que no merezco todo lo que me pasa, pero no podria vivir si no aprovechara las oportunidades que se me presentan asi que ya me tocara en otra vida pagar las deudas que dejo en esta

martes, 13 de noviembre de 2012

Empezando Canada

Hay días que una se siente dentro un videojuego donde el terreno y el clima donde uno pedalea fuera elegido por un adolescente en una etapa de odio al mundo haciendo catarsis, hoy es un día de esos. Estoy dentro de la carpa, son las 8 de la noche y es el primer día de pedaleada en la segunda entrada a EEUU, esta vez, después de Canadá. Las gotas de lluvia que caen del bosque de enormes pinos golpean fuerte en el techo de mi carpa, y quizás por el reflejo natural de siempre andar con equipo barato, cierro los ojos como si alguna fuera traspasar y colarse entre mi nuca y el cuello de la remera termica.Y aunque el equipo ahora sea mejor que el que nunca tuve, no hay pantalón impermeable o campera Columbia que prevenga el esfuerzo mental que requiere mantener el buen animo en un clima gris y frío. No hay con que darle, somos pilas solares.Y hacia el sol vamos.Por otro lado, sabíamos que esto nos iba a pasar, ya nos lo habían advertido, en octubre llueve, y no por nada la vegetación y los bosques de la costa oeste de EEUU por donde ahora nos movemos pedaleando la 101 se llama Rainforest. Pero de EEUU voy a escribir después de contar un poco del país del que acabo de salir, Canada.Ya era hora… La llegada fue tarde, cerca de las 12 de la noche, oscurecía recién en un atardecer boreal que llegaba de a poquito cada vez mas temprano.Su primer pueblo, Beaver Creek nos recibió con un violento ataque de mosquitos y nos encontró comiendo adentro de la carpas que luego montamos en una escuela en periodo de vacaciones de verano. Al otro día nos toco quedarnos en un camping para arreglar unos tramites de Fran y aprovechamos para lavar ropa, pegarnos varias duchas, tomarnos cuatro o cinco litros de café que el camping ofrecía como servicio y reventarles el Internet, los us$ 12 que nos cobraron a los tres por el lugar no les termino saliendo muy redondo.Los días siguientes seguimos camino al Este por la Alaska Highway en dirección a Whitehorse, capital de Yukón y en donde esperábamos hacer una parada técnica. En el camino cruzamos un oso grizzli y su cría, cuatro ciclistas de Olimpia, EEUU y volvimos a cruzar a Chris de Seattle en Destruction Bay; saliendo debajo de un puente donde nos cubríamos de la lluvia cruzamos a Eric, que nos dejo en ridículo haciendo entre 160 y 180 Km. por día con sus 55 años y que nos invito a pasar por su casa en Prince George una vez que estuviéramos ahí y finalmente terminamos llegando a la casa de un personaje ilustre de la ciudad de Whitehorse, Phillipe Leblonde, franco-canadiense como se los llama a los Quebequas, había sido dueño de una de las bicicleterias mas tradicionales de la ciudad y ya cansado después de 25 años se dedicaba ahora a crear obras de arte con partes de bicicletas, como el domo gigante asentado en la parte del frente de su jardín y fabricado de 800 llantas unidas con precintos que aguantaba a varias personas escalándolo a la vez y que era ahora una atracción turística mas de la ciudad. Phillipe era un personaje con todas las letras, hablaba a una velocidad que era difícil seguir, aunque dudo que le importara nuestra opinión ya que a veces parecían discursos mas dirigidos a el, culto e informado no dudaba en dejar escapar algún gas de su sistema si este lo requería, disculpándose con un rápido sorry que intercalaba entre las 200 palabras que metía por segundo. Generoso y confiado, aunque algunos lo llamarían inconsciente no dudo en dejarnos a nosotros en la casa cuando le toco irse a cazar cabras de monte con su vecino, ni de compartir unas ricas hamburguesas del mismo animal que el mismo había cazado.Nosotros intentando no quedarnos atrás comprábamos salmón todos los días( us$5 el kilo es una oferta difícil de rechazar) y preparábamos abundantes desayunos que alimentaban no solo a los ciclistas( léase nosotros) sino también a el y a los alquilantes de los cuartos de su casa que eran 4.Y es que había que sumar puntos, le íbamos a dejar las bicis en su garage por dos semanas para poder irnos a un festival al que Fran nos había convencido de ir en Wells a 200km al sur de Prince George y a 1800 de donde estábamos, desprendido o sin importarle mucho lo que hacíamos nos dejo con el permiso y se fue un día antes que nosotros partiéramos hacia el sur, esta vez sin las bicis y en busca de algo de vida social, pero eso es parte de otra historia que en breve postearé (breve es un termino bastante amplio para un tipo sin tiempos como yo)

martes, 9 de octubre de 2012

MOSQUITOS

Nadie podía imaginar en mi Alta Gracia adoptiva, que en un clima que una imaginaba helado como el de Alaska o el norte de Canadá podía a llegar a sobrevivir una especia tan inútil como enigmática en cuanto a su capacidad de supervivencia como el mosquito. Y si que lo hacia, y de que forma. Hijos de alguna extraña mutación entre dinosaurios y los pequeños insectos a los que estamos acostumbrados en el sur llego al norte en tamaños exagerados y con capacidades que ni superman tendría. Invernando entre las capas de nieve y hielo cual si de Walt Disney se tratara, despiertan con hambre voraz cuando estas se derriten en el verano y parecen además haber desarrollado a la par de esta capacidad de persistencia criogénica, una habilidad especial para no ser ahuyentados por el humo o el fuego. Evidentemente no creen en el control de la natalidad pues se reproducen de a millones y así como cual si de un convoy con comida al costado de la ruta se tratara atacan al desprevenido ciclista que para a hacer un break o a mirar la hora de a millares, provocando imprecaciones varias y recuerdos a la madre que los parió. Aunque Fran lo achaque a mi temperatura temporal, Nico a la falta de Off y yo a una especie de conspiración internacional en contra de mi slow life y sin stress, es evidente que estos hijos de una trabajadora de la calle tienen una predilección por el contenido de mis venas, el cual absorben descaradamente mientras yo panchamente pedaleo, camino, cocino, como, o realizo otras actividades que no viene al caso mencionar. Y es el momento en el cual mi paciencia tibetana se va al quinto carajo, y es que no existe forma de bloquear su pico, aguijón o como sea que piquen, traspasan las calzas, las medias, los buzos, encuentran ese milímetro de piel que siempre queda descubierto, te obligan a meterte dentro de la carpa y siempre alguna te acompaña adentro, y no contentos con esta actitud totalmente hostil, acosan la carpa traspasando su techo y mostrando su aguijón por através de la tela del cubretecho convirtiendo a las películas de terror en una aventura de Winnie Puh. Quizás las culpa fue mía al no chequear antes cualquier blog de cualquier persona que haya visitado Alaska o el norte de Canadá y que de seguro los menciona, o quizás fue el entender como un simpático chiste de salón y no como una verdad incontestable el hecho de que apenas llegado ya me lo mencionaran como el ave nacional de Alaska, lo cierto es que si estas leyendo esto, y algún día se te ocurre venir, no seas boludo/a, el Off sale dos mangos en Argentina… tráete 20 litros.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Desde Paxson a Tok

Al día siguiente de terminar Denali Highway nos colgamos un poco en el hotel-estación de servicio actualizando las paginas y poniéndonos en contacto con las flias.Nos cruzamos además con varios ciclistas que terminaban también el mismo tramo, una pareja de alemanes, otra de suizos y un chico de Seattle e intercambiamos datos sobre los próximos rumbos a tomar.Decidimos encarar al norte para tomar la Alaska Higway , autopista construida después del ataque a Pearl Harbour en el 1939 para mantener a Canadá y a Estados Unidos defendida y conectada rápidamente en caso de algún ataque al territorio comprado a Rusia en 1867 por la suma de 7,2 millones de dólares. Llegar a Delta Junction, donde funcionaba una base militar que actualmente es utilizada como base para la prueba de productos por parte de los militares de marcas como North Face y Marmot, nos tomo la tarde de ese mismo día y la mañana del siguiente, pero el camino era bastante fácil y vistoso salvo por la lluvia helada que nos acompaño los primeros 70kms. A partir de la intersección desde donde arrancamos el camino a Tok la ruta se volvió completamente plana por 80kms, y los otros 80 hasta Tok no tenían tampoco grandes subidas, y al tener arreglado ya un lugar donde parar metimos la distancia record hasta ese momento de 130kms para hacer noche en un memorial park del pueblo donde la fiaca de armar las carpas nos obligo a tener una noche de ataque de mosquitos y visitas de perros que nos hizo bastante difícil el pegar un ojo. Al otro día conocimos al dueño de casa, Chip. Cayo en una especia de VW senda bastante viejito y no daba la impresión de ser mas que un americano retirado que vivía mas tranquilo en Alaska, pero eso fue hasta que volvió a la tarde y pudimos charlar con el y adentrarnos en la aventura que era su vida. Hippie en Afganistán en los 70, había vagabundeado por Europa lejos de su Arizona natal, vivido en Tailandia, conocido a su mujer hija de Alemanes, comerciado piedras preciosas en Hong Kong y ya casado y con dos hijos de 4 y 7, surcado los mares en un velero por 3 años, hasta volver a retomar su vida “normal” comprando una finca en Portugal para terminar jugándosela toda comprando una mina de oro en Alaska que según sus cálculos daría unas 60oz de oro mensuales y que al día de hoy no había llegado a dar mas del 10% de esa suma, pero como el decía, If you can smile and dance, then you are good!, y lo estaba a sus 66 años, y con una actitud increíblemente positiva. Nos quedamos dos días, tomamos mates, comimos un guiso de carne de reno que el mismo había cazado, el vecino nos regalo un salmón ahumado cuando fui a pedirle un destornillador, nos pegamos unas mas que necesarias duchas y dormimos en una motorhome que tenia estacionada en su jardín junto a dos aviones, lancha, motos de nieve y miles de juguetes para pasar el invierno que para el, era la época mas divertida del año. Dejamos su casa camino a la frontera con Cañada después del mediodía del segundo día totalmente convencidos de que la vida que nos gustaría tener es posible, Chip era el ejemplo viviente de eso.

sábado, 18 de agosto de 2012

DENALI HIGHWAY Edu Bechara, gran amigo y escritor me había dicho una vez, La mejor forma de escribir un diario de viaje es escribir en caliente y corregir en frío, supongo que ahora pasado casi un mes de haber recorrido los 220 kms de la Denali Highway la descripción no va a salir tan emocional pero seguro va a salir sin errores ortográficos. Arrancamos la ruta saliendo cerca de las 19hs desde Cantwell después del encuentro con Miquel y Alicia, la hora no era la más indicada pero nos propusimos avanzar unas 30 millas hasta el primer campamento del gobierno. A los 3kms la ruta pasaba del asfalto a una piedra mediana y suelta que hacia la marcha mas lenta y trabajosa, por suerte ese día el clima acompañaba y el cielo azul con algunas nubes nos regalaban algo en que entretenernos. La ruta fue subiendo y bajando en distintas graduaciones, a veces suave y otras súper empinada, pero el parar no era opción si no querías ser instantáneamente devorado por los mosquitos. La marcha se iba haciendo lenta y cerca de las 12 de la noche todavía estábamos en la ruta pero disfrutando de un increíble atardecer en los picos nevados que se dibujaban lejos en el norte. Llegamos tarde al camp, cerca de la una, los campamentos del gobierno tienen un sistema de pago en el que uno deja un sobre con la plata y al otro día un ranger los retira, lo increíble es que el buzón con los sobres con la plata están abiertos!, preferimos jugarnos a la suerte y ver si el ranger venia al otro día, cosa que hizo de forma puntual dejándonos un cartel sobre la mesa donde nos invitaba gentilmente a pagar. Como el día nos despertó con lluvia y no nos dejo salir de la carpa hasta las dos de la tarde nunca nos enteramos del cartel, pero no hizo falta ya que Jim Robbins, el ranger en persona, y lo mas parecido a un oso que hasta ese momento había visto, se nos acercó y con una simple frase que nada tenia de pregunta nos dijo: You Will Pay, que significa básicamente, Uds van a pagar, pero con mucho énfasis en cada palabra. Medio empapados y humillados por la forma en la que rápidamente y sin intentar regatear, sacamos la plata de nuestros bolsillos seguimos viaje. Esta vez la lluvia no nos dejo hasta que paramos a armar campamento cerca de las 12 de la noche y después de haber hecho solo 35 millas, y eso obligaba a los chicos a parar a arreglar su cubre alforjas hechos de bolsas de nylon , además, el día estuvo frío, y las motorhome tampoco parecían tener su mejor día, pasándonos cerca y llenándonos de barro o tocándonos bocina de forma bastante hostil, todas estas cosas sumadas influyeron bastante en el animo general y fue quizás de los días mas serios que nos toco pasar. Afortunadamente al otro día paro de llover mas temprano que de costumbre y pudimos salir sin grandes inconvenientes rumbo a la cima del Mclaren Summit a unos 4300 pies de altura. A mitad de camino y cuando paramos a almorzar en una área de descanso salieron John y Connie de una motorhome , se presentaron y nos contaron que pasaban sus vacaciones paseando por Alaska y al vernos medio cabizbajos nos invitaban a almorzar y tomar unos ricos cafés. Nos contaron de sus días de guardicarceles, profesión que nunca nos hubiésemos imaginado que tenían, ella era una madraza y el, un tipo súper tímido, pero la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, y a nosotros nos dio la de poder compartir un buen momento, comer finalmente un buen plato de comida y de hacernos de un frasco de dulce de leche casero de regalo, cartón lleno. Ya de mucho mejor ánimo encaramos entonces hacia nuestro objetivo del día y se nos hizo bastante liviano el camino hasta la llegada a la base y antes de una subida de unos 6 kms hasta la cima del Mt Mclaren, donde se llega a la mayor altura de la Denali. Al hacer finalmente cumbre estábamos los tres exhaustos y como se dice en Córdoba chivando bolucas a pesar del frío, pero a la vez contentos, no era un paso fácil y no habíamos tenido ningún entrenamiento previo, así que si bien como puesta a punto era quizás un poco dura el haber podido llegar hasta arriba era una prueba de que con el paso de los kilómetros íbamos a ir fortaleciéndonos y acoplándonos mas como grupo, esperando obviamente que no todos los días sean como ese.Ese día armamos la carpa cerca de la cima y arrancamos al otro día buscando Paxson.Me separe un poco de los chicos desde temprano, me sentía con fuerzas y el día estaba hermoso. No tarde en llegar al asfalto y aunque había grandes subidas, todo se compensaba con grandes bajadas y después de 35millas de dura pero gratificante pedaleada llegue a final de la ruta. Paxson era básicamente una estación de servicio mas un motel bastante venido abajo con algunos productos tipo despensa, atendido por todos hombres de unos 70 años en adelante, carteles de bienvenido a los muchachos del ejército e incluso las mismas leyendas se veían en las latas de Budweiser que vendían en el lugar. Aproveche el tiempo en que esperaba a los chicos para lavar la bici y poner a punto todo. En el entretiempo llego Miquel en su moto con Domingo, otro motoquero español, me avisaron que los chicos habían decidido parar a almorzar con lo que tardarían bastante mas de lo pensado, ellos iban a tomar una habitación y me ofrecieron pegarme una ducha lo que sin dudar hice, sacándome cerca de dos kilos de tierra y poniéndome finalmente y después de 5 días, ropa que no oliera a humo. Los chicos llegaron finalmente, se tomaron sus duchas y ya cambiados y limpios cenamos en el restaurant con Miquel y Domingo para celebrar haber podido culminar la etapa y darnos un pequeño premio antes de encarar la siguiente etapa, el cruce a Canada.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Alaska

Hacia 7 años que no veía a Fran, la ultima vez había sido en Barcelona, el todavía daba clases de golf y yo volvía de trabajar en Andorra y lo visite un par de días antes de volver a casa. Siete años después ahí estábamos de vuelta, como si no hubiesen pasado ni dos días, abrazándonos en el aeropuerto de Anchorage, el de alpargatas y medias, con rastas hasta la mitad de la espalda y barba de un par de años y yo de ojotas y en shorts , los dos cagados de frio.Nos miramos los tres y aunque a todos se nos ocurrió lo mismo después darnos cuentas que afuera llovía y estaba bastante frío el primero que lo dijo fue Fran: Vámonos a Méjico!! Nos reímos y nos subimos al auto de Lewis, una de las personas parte de warmshowers ( www.wormshowers.com ) junto con Angie y Linda que nos hospedaría por un par de días en la ciudad para poder terminar de comprar lo que necesitábamos y planificar la ruta a seguir. Los siguientes días los pasamos poniéndonos al día en historias y dando los toques finales a los corceles. Después de cuatro días de compras, un par de salmones a la parrilla por el día de la Independencia, visitas a un festival de música local y puesta a punto de las bicis arrancamos el sábado 7 de julio cerca de las 5 de la tarde. Pasamos por un supermercado Fred Meyer y compramos comida para 10 días, a esta altura del verano la noche no es una preocupación, se empieza a poner oscuro cerca de la 1 de la mañana y amanece cerca de las 3 30 . Ese día llegamos hasta Wazilla cerca de las 12 de la noche, se sentía bien volver a las pistas, aunque el cuerpo tardo un poco mas en acostumbrarse, aprovechamos el porche de un Salvation Army que no habría al otro día para no tener que armar las carpas sin tener en cuenta el chiste de los locales sobre su pájaro nacional, el mosquito, pero eso va a merecer un capitulo aparte. En los días subsiguientes viajamos a orillas de lagos azules, cruzamos veintenas de ríos y arroyos, los paisajes de montañas y bosques que parecen no terminarse se mezclaban con tundras y algunas zonas de pantanos , nos toco dormir debajo de varios puentes, o por lo menos para a hacer algún break culpa de la lluvia, armar muchos fuegos para cocinar y secar la ropa, armar algún que otro campamento al costado de la ruta o en algún campground del gobierno, empezar a acostumbrarse a una dieta basada en arroz y fideos que se turnaban para ser cenas o almuerzos, acostumbrarnos al frío, al frío y a la lluvia, al frío a la lluvia y a los mosquitos, y a la lluvia, el frío, el viento en contra y los mosquitos combinados, y todo esto desviándonos hacia el norte para hacer la Denali Highway, una ruta de tierra que une Cantwell con Paxson y sobre las que Fran había tenido buenas referencias y en las que nosotros parte por la excitación de arrancar, parte porque nosotros no habíamos estudiado mucho, decidimos confiar. Llegados a Cantwell después de días decidimos tomar un minibreak de medio día y poner las carpas en un campground privado, todo por tener la primera ducha y usar un poco de Internet, lamentablemente el trato recibido fue aunque no hostil, no muy atento, y fuimos literalmente echados de forma extremadamente amable si es que una expresión puede ser combinada con la otra, con lo que terminamos haciendo el almuerzo en la estacion de servicio a la entrada del pueblo donde una mujer no regalo una bolsa de cerezas y otra nos regalo un par de cervezas y algunos anzuelos y accesorios de pesca a cambio de que le ayudáramos a arreglar el toldo de su campervan. Ya casi arrancando conocimos a Miquel y a Alicia, ambos españoles y recorriendo el mundo en sus BMW, charlamos un rato, nos sacamos unas fotos y prometimos unas cervezas si nos volvíamos a cruzar. Arrancamos finalmente tarde con el objetivo de hacer unos 50 kms hasta el primer campground pero eso también forma parte de otro capitulo, la Denali Highway

lunes, 23 de julio de 2012

New York, New York

Alta Gracia-Nueva York….escala en Santiago..Migraciones en Miami, perdida de equipaje…la capital económica del mundo nos recibió con calor, sin mis pertenencias, pero con dos guías de lujo, el Negro Maure y la China Arana, pareja de amigos de Alta Gracia que nos habían preparado para la megalópolis un kit de bienvenida que consistía en: alcohol en gel, un tarjeta para el metro, unos chicles, unos sanguchitos y un par de latas de coca cola. Salvo eso y unos shorts y unas ojotas no hacia falta mucho mas para arrancar el tour en el recién empezado verano boreal…claro que el short y las ojotas habían quedado en la otra valija...Ese día nos la pasamos dando pateando: Manhattan,Times Square, Fifth Aveneu, Broadway, el Houston…Nueva York fue un shock desde el momento que llegamos hasta el momento que nos subimos al avión para volar a Alaska.No había forma de no parecer un japonés apuntando la cámara para todos lados, todo, absolutamente todo era digno de ser congelado en el tiempo.Y es que todo te remite a películas, a series, a momentos de la historia mundial, a libros, a canciones (a mi me gusta mas la de Sinatra que la de Alicia Keys) NY es una ciudad que te sorprende por su complejidad, por su modernismo, pero también porque en toda su enormidad uno se siente caminando por un lugar conocido, calido y por mas que suene sorprendente, tranquilo.Rascacielos que te marean cuando buscas las terrazas y edificios chiquitos de cuatro o cinco pisos con las clásicas escaleras de metal que lo recorren, construcciones súper modernas y esquinas que se conservan igual desde hace 100 años, súper tiendas y negocios que no tienen mas de 2 metros de frente, restoranes de lujo y puestos callejeros de hot dogs o kebabs, todo se conjuga en una mezcla extrañamente balanceada . Pasamos dos semanas entre paseos y compras del equipo, (Salvation Army fue mi solución a la valija que nunca apareció) viviendo en casas de amigos, Alex, compañera de Nico en su experiencia universitaria en Japón, vivía en la 46st East en el Midtown y Ben, ex roomate de Fran en Barcelona y al cual Nico y yo habíamos conocido allá, que tenia su depto a una cuadra del SOHO (south of Houston), las dos dentro de Manhattan, no nos podíamos quejar. Sacamos un pase de una semana de subte por us$29 y lo prendimos fuego…todos los días era arrancar a las 9 y no volver a pisar los departamentos hasta las 21hs, no dejamos barrio ni estación por pisar, hicimos los recorridos en los buses turísticos (muy buenos si te toca un buen guía..muy malos si el guía no tiene ganas de hablar..nos tocaron de los dos tipos), caminamos el Central Park, fuimos a ver un partido de los Yankees, Ben consiguió también entradas para ver una obra del under de Broadway, RENT, para mi, de las mejores actividades que hay para hacer en la Gran Manzana, comimos pizza one dollar, perdimos tiempo en las Apple Stores, subimos al ferry que va a Staten Island para ver la estatua de la Libertad (y es gratis!!) y a la vuelta nos sacamos el sombrero y nos sacaron un par de dólares unos morochos que tenían un espectáculo callejero que mezclaba acrobacias con chistes sobre los preconceptos hacia negros, asiáticos y latinos, y es que en NY para ver un show de nivel solo hace falta meterse en la estación Grand Central de subte y quedarse mirando al que de turno este, cobrando su cache a partir de la buena voluntad del oyente. Comimos en Little Italy, paseamos por Chinatown, un domingo visitamos una feria en Queens y por bailar y gritar el nombre de un puesto por un micrófono nos regalaron 5 mojitos, pasamos de ida y de vuelta por el puente de Brooklyn, visitamos la esquina donde murió John Lennon, el teatro donde debuto Michael Jackson en Harlem, Wall Street.. y mucho mucho mas!! no quiero dejar nada sin contar pero tampoco puedo pasarme el día nombrando todo lo que NY tiene para mostrar, ni tampoco quiero mencionar todo lo que me quedo por hacer, que no es para nada poco. Me fui con ganas de volver, y supongo que esa es la forma de dejar una ciudad..Nueva York me despidió sin valija ...y Delta Airlines me dio el último empujón sacándome us$150 extras por llevar la bici hasta Anchorage ..y de esa forma me despertaron de mi ensueño y me devolvieron a la realidad...bienvenido a los Estados Unidos de America, el país donde tus sueños se hacen realidad…si tienes el dinero para pagarlos

domingo, 22 de julio de 2012

Despedida de casa

DESPEDIDA Me negué a irme mentalmente de viaje hasta que físicamente no me fuera de mi casa, pero la noche anterior y después de la ultima cena con la familia y cuando Salí a despedir a mi hermana Lucia mi cuñado Carlitos y a mi sobrino de dos años Juan Martín no pude evitar quebrarme como si fuera un niño cuando el auto se iba y escuchaba al enano decir: chau tatan, sin entender realmente que era lo que estaba pasando.Ahora un mes después y con 15 días en la ruta me recuerdo sin fuerza para entrar a mi casa y llorando agarrandome la cara, creo que ahí fue cuando empezó mi viaje, por lo menos en mi mente No menos duras fueron las despedidas de mis hermanos menores, Juan y Manu, siempre siento que me pierdo algo de su crecimiento, la despedida de la que me acompañó este ultimo tiempo , o la con Maria, que se vino de Mendoza solo a despedirse, o despedirme de Fran, de Guada , que siempre me arranca varias lagrimas, o de mama, sentir su miedo a que me pase algo y verla quebrarse en esa pelea entre dejarme ir o abrazarme para retenerme en casa, y hasta ver a papa con lagrimas en los ojos, y creo que nunca lo había visto así, creo que subestime la despedida y eso me pasa factura cada vez que vuelvo a ese momento,creo que no quería estar triste con anticipación; si hasta Nico que vino a casa a buscarme para arrancar juntos este viaje se quebró al sentir en el silencio la respiración entrecortada y el temor a no volver a verse de los que nos decíamos chau, Caco Ruarte también estaba ahí, gran amigo y gran compañero de vida, había venido a despedirse como cada vez que arranco uno de mis periplos, y cuando me iba, saque la cabeza afuera de la ventada y grite: Aprovechen la vida, es una sola,y es mas corta de lo que parece…iba dirigido a todos..pero también me incluía a mi

lunes, 25 de junio de 2012