domingo, 5 de julio de 2009

VIAJE EN CAMION CON OMAR


Me desperté a las ocho de la mañana, hice el bolso con la precaucion de embolsar todo, para el caso de que lloviera, pase a pagar la noche a la recepción que básicamente era la barra del quicho que hacia de comedor de los camioneros que en ese momento desayunaban arroz con carne, frijoles y una o dos arepas, y me econtre con que carlos la había dejado paga. Pase por el control para agradecerle pero me dijeron que había hecho turno noche y se había retirado a descansar media hora antes de mi llegada. Me fui a desayunar donde doña maria, la noche anterior, me había dicho que pasara que me iba a invitar a desayunar, y aquí no se debe rechazar ninguna invitación, y menos yo, en mis condiciones. Un plato de arroz, huevos revueltos con jamon y frijoles mas un tazon de chocolate y pan lactal fueron mi desayuno, charlamos un rato y cuando ya me iba después de agradecerle a ña maria salió la enfermera y vio la bici, felices los que creen sin ver, parti rumbo este no sin antes frenar a comprar unas 7 bananas por 1000 pesos, unos dos pesos argentinos de la que comi tres y guarde las demás,saca la cuenta, para mas tarde. La salida de san jose consistía en un aguda subida de 5km, los primeros fueron complicados, pero los últimos se me hicieron muy difíciles,y baje a caminarla, aproveche una vertiente que surgia de la montaña y me empape la cabeza y la remera que me coloque a modo de bandana, eran las once de la mañana y el calor mas la humedad que generaba la evaporación del agua caída el dia anterior, convertían mi pedalear en una especie de sauna móvil, por suerte después de la subida la ruta se hizo mas regular, con subidas, pero suaves y bajadas suaves y largas, además el paisaje era increíble, el cielo estaba límpido y azul,las colinas de distintos verdes del pasto y de los manchones de bosque subtropical y el rojo de la tierra no hubiesen podido ser combinados por otra mano que la de un dios. Paraba de vez en cuando para mojar la remera en algún que otro pequeño poblado, mientras que en la ruta cruzaba clones de juan Valdez pero que cambiaban su carga de café por otra hecha de leña o productos de las tiendas.iba realmente disfrutando el dia, pero todo era demasiado perfecto y paso lo que tenia que pasar. Confiado en mi balance solte una de mis manos y me pare sobre los pedales, en eso el carrito se solto de unos de sus bulones y se cruzo, frenando la rueda trasera y con ello toda la bici, lo que provoco mi desbalance y que en un acto reflejo apoyara mi pierna derecha en el asfalto para evitar la caída, y sentí el tiron, fue en la parte externa del isquio, pequeño, pero suficiente como para molestar. Frene la bici del todo, patie a Gandhi y agarre la pinza pico de loro solo para tirarla contra el asfalto con todas las fuerzas que me quedaban, la calentura paso a los 5 segundos y puse manos a la obra con la reparación. Las tuercas ya son arandelas roscada pero la pinza todavía las agarra,tendría que parar de una vez en la ferretería a comprar unos de una vez. Cuando me subi a la bici el tiron molestaba, pero ahí no podia parar asi que saque fuerzas de donde no había y hice los 20km que me separaban de un parador de ruta y reten militar a donde pare para lavarme, mojarme, comer las bananas(a esta altura se entiende que quedaban cuatro), darme cuenta que por no usar remera o mejor dicho usarla en la cabeza, me había quemado la espalda, y obvio hacer dedo. Hable un rato con los jóvenes militares para caerles suficientemente simpatico como para que pararan un camión que me pudiera llevar. Tarde 10 en hacerme amigo y 5 en que un camión, pero chico, de tipo japonés,frenara. Subimos la bici desarmada y pase a sentarme en el asiento de acompañante. El conductor se llamaba Omar, y resulto de esa extraña clase de personas buenazas, una especie de niño grandote ,sabia mucho de futbol argentino asi que tuvimos charla para rato. Tambien hablamos de la colombia de la guerrilla, era camionero desde los 18 y ahora tenia 40, en esa época a los camiones los quemaban o les robaban la carga, especialmente a los que cargaban petróleo o transportaban café. Los dos teníamos en común el vicio de la coca cola asi que cuando, alrededor de las 7 toco frenar porque el dueño de la carga no quería que manejara de noche, fuimos a cenar a un parador y nos pedimos una de litro y 350 con el arroz con hígado a la plancha y patacones que comimos. Nos quedamos en un hotel a dormir, aunque lo cierto es que entre la coca cola y los tintos, entiéndase café para aquel que no leyó los días anteriores, yo no logre dormir mas de media hora y como tocaba salir a las 4 de la mañana preferí escribir y verme los cortos de pixar que había bajado cuando tuve wi fi en medellin. A las cuatro me desperté, o mejor dicho me levante, duchazo y de nuevo al camión a seguir , esta vez para dejar la carga en un pueblo del que no recuerdo el nombre, en dos minas de carbón que allí había. Yo lo espere afuera porque la seguridad en ambas es muy estricta, de repente un olor que me hizo pensar en asado me devolvió a alta gracia por unos segundos, era el carbón, se me acercaron varios camioneros al ver la netbook que había encendido para usar el wi fi de la mina lo que provoco una graciosa alarma entre los guardias de seguridad, . Los muleros estaban para llevar carbón a Cartagena y cuando se enteraron de donde era comenzaron las cargadas por el 5 a cero, yo no me quede atrás y les dije que ellos eran tan malos ahora que vivian de un partido que se había jugado hace 15, se rieron a coro, aca aunque les contestes ellos se rien, no por nada son el segundo país mas feliz del mundo, después de nigeria. Nos quedamos asi, haciéndonos tratar de pisar le palito unos a otros y al rato volvió Omar, los camioneros ya me querían adoptar, hubo incluso uno que le dijo a mi actual compañero de ruta, que si el no me llevaba a Cartagena el lo haría. Nos despedimos entre chistes y burlas mutuas y partimos hacia otra mina,calenturita, donde el control era mas estricto y la situación de la computadora mas ridículamente exagerada que la vez anterior.igual su wi fi tenia clave asi que de poco sirvió. Entregada la carga salimos para el norte , no sin antes parar a comprar unas coca colas y parar a almorzar carne asada, que era mas bien a la plancha y mas que carne era suela.la ruta alternaba campos verdes con zonas mas aridas pero siempre con el verde como color predomínate.Al cruzar le inmenso magdalena pude ver al costado de la ruta esqueletos de casas desocupadas, lo que quedaba de los pueblos que la guerrilla había desplazado. Llegamos a Cartagena de indias, donde teníamos que dejar una mudanza, Omar se había desgarrado asi que lo suplante en la descarga y por eso, la señora dueña de la casa me pago $10000 colombianos(unos 5 dolares) que en rápido pasamanos le di a mi compañero, quien desde que me había levantado no me había dejado pagar mas que un par de tintos y una bolsa de mangos. Ya terminada la descarga del camión fuimos al hotel de Orlando, amigo de omar donde cada uno se tomo la necesaria ducha , imperativa cada cinco minutos en Cartagena dada la elevada temperatura y la altísima humedad y fuimos a comer, repitiendo menú, pero esta vez me tome una gaseosa sabor uva que no estaba tan mal. Al volver le pregunte a Orlando donde podia conseguir internet a esa hora, eran cerca de las nueve y todo había cerrado en la zona, por suerte el tenia y me dejo usarla, con lo que pude devolver mensaje a mama y enterarme que fran mi hermano había llegado bien a eeuu donde se había ido a trabajar de profe de tenis. Después de eso, ducha y a dormir.

No hay comentarios: