jueves, 8 de octubre de 2009

hasta Santa Ana

Me desperté a las 7 y media de la mañana, el sol entraba por el mosquitero de encima de la carpa y me daba en plena cara. Desarme todo y acomode un poco el tema. Nos tomamos con Patricia unos mates acompañados de las galletitas que Ernesto me habia regalado el dia anterior. Asi con el sol tibio y sentados fuera del cuartel nos quedamos charlando mientras pasaban por la calle de tierra colorada los tan caracteristicos gringos descendientes de alemanes de esta región de la argentina. A las nueva decidi partir, agradeci todo y encaramos con mis dos compañeros la acercada a Posadas. No hace falta explicar como era la ruta, lo que habia sido los anteriores 170km se repetía invariablemente hacia el frente y según los dichos de la mayoría, hasta llegar a Posadas. Pedalie mientras paraba cada 20km mas o menos a inflar la rueda trasera que nunca habia quedado bien arreglada desde la salda de Angra dos Reis.Pare cerca de las doce y media en Jardin America y compre en una despensa donde además de cobrarme me hicieron un cuestionario sobre el viaje ,una coca cola de litro y medio y medio kg de pan, que sigo como dieta estricta , y que comi sentado afuera y recibiendo el solcito en la cara. Arranque y esta vez no pare hasa que llegue a san Ignacio, ahí, en una pulpería ubicada a la entrada, pedi agua y me quede charlando un rato con el que la atendía. A los dos km de haber vuelto a la pedaleada, tres medialunas al costado de la ruta, y de ahí, a mi estomago, he descubierto que el hambre no teme a los germenes.Pare otra vez, la rueda se desinflaba mas seguido ahora y además encontré unos anteojos culo de botella que calcule serian de algún vecino, me acerque a la primera casa y entregándoles los anteojos al dueño de casa dije con todo mi tacto, Mire encontré estos anteojos tirados al costado de la ruta, el dueño de debe de ver mucho porque los lentes son bastante gruesos, Si gracias son mios y la verdad es que no veo mucho, me dijo, y por suerte que no veía mucho, para no ver mi cara de vergüenza al irme de su casa.
Pedalee unos 10km mas hasta llegar al cruce de las rutas 12 y la 103 , que es la que va a Obera ,en la entrada a Santa Ana. Allí habia una estación de servicio donde muchos camioneros pernoctan y ahí lo haría yo tambien. Primero lo primero, elongue y despues en un arranque de orden desarme todo mi equipaje del que poco falto para ver salir ratas y murciélagos, mucha de la ropa llevaba días y quien sabe semanas mojadas con lo que habia aparecido hongos que me obligaron a tirar una camisa, la del casamiento, y el pantalón que el militar brasilero de Assu me habia regalado, además de tener que dar un lavaba a otras. Tira muchísimas cosas inservibles y ya dañadas por el agua o el mismo traqueteo y arme un increíble despliegue de pertenencias en el playón de entrada de la estación donde cada no mas de cinco minutos paraba un auto a cargar agua al mate o comprar unas chipas, y esto hasta bien entrada la noche. Aproveche entonces la electricidad y me afeite-rape. Lave toda la ropa sucia y la colgué de un andamio que fue tambien el lugar donde arme la carpa. Me meti despues en el servicentro,escribi un rato sentado en una de las mesas como si algo hubiese comprado y mas tarde aproveche el agua caliente para hacerme los últimos nuddlees y reventar tambien la leche en polvo, el chocolate y la avena que me quedaba antes de irme a dormir a la carpa.

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