de ubatuba a sao pablos

El pasado no lo voy a negar, el futuro algún dia llegara y en el presente que me importa la gente si es que siempre van a hablar
Pablo milanes

Me levante cerca de las 8 de la mañana, plegue toda mi ropa, obviamente mojada y parti del cuartel sin desayunar y con una llovizna fría. Pregunte por el puesto Kamume, la noche anterior el bombero me había dado el dato que allí pernoctaban muchos camiones. Compre 10 panes y desayune en la estación de servicio mientras esperaba que llegaran los famosos camioneros, que no parecían usar tanto este puesto como yo esperaba. Igual habia un camión estacionado con patente de sao pablo que me dio ciertas esperanzas. Decidi preguntar a los que entraran y esperar despertara el dueño del camión paulista. Mientras, entraba de a ratos a el puesto de revistas para calentarme, todavia seguía empecinado en usar ojotas. Un colectivo de larga distancia freno para que los pasajeros comieran algo, encare al chofer y haciéndome el desentendido y aunque sabia que iba a sao pablo le pregunte hacia donde se dirigía, Sao Pablo, Y se puede comprar pasaje aca?, 40 reales, contesto ni lerdo ni perezoso, el pasaje desde Ubatuba vale 48 reales y eso sin contar lo que cobran por exceso, Mmmm, dude, No llego, 30 reais, dijo, pero tenia 40 y 30 era jugarme a quedarme sin un mango hasta que saliera de Brasil, No, esta bien, gracias, y me di vuelta. Cuando el colectivo se fue me pregunte porque carajo no habia aceptado, ahora estaba clavado en ubatuba, en una estación donde no pasaba ni el loro y a 1300km de la frontera, y sin muchas expectativas por llegar a ningún lado.la idea de agarrar la bici de nuevo no se me cruzo por la cabeza, tenia 2 dias para salir y tenia que avanzar por lo menos hasta Sao Pablo para ver que hacia desde ahí. Cerca de las 11 llego otro colectivo, use la misma estrategia ,esperando que el chofer fuera igual de delincuente que el otro, y gracias a Dios, esto es sudamerica, 40 reais, me dijo como para que solo yo escuchara, Mucho, le dije, y entonces escribió 30 reais en la palma de su mano y me la mostro distraídamente, it´s a deal man!!!, Mira que tengo una bici, dije sin agragar que además traia al pequeño Buda, No hay problema, dijo por toda respuesta. Pusimos todos los petates en una de las bodegas y subi, la hora de llegada planeada, 3,30 de la tarde. Dormi casi todo el viaje, solo despertándome de a ratos para ver las rutas y paisajes que no pedalearía y la lluvia que seguía cayendo indiferente a que ya me había dado por vencido.
Llegamos efectivamente a la hora señalada, baje todo, arme y encare a informarme de donde era que estaba y como hacia para ir a curitiva, obvio, en bondi. Anduve por la terminal de ómnibus de la ciudad mas populosa de Latinoamerica buscando la forma de dejarla, algún dia volveria con mas tiempo, o no. Subimos con Gandhi y Buda en un ascensor al segundo piso donde encontré las empresas que iban a Curitiba, el pasaje? 60 reais, a Foz?, pregunte, en la empresa de al lado, Cuanto esta el pasaje a Foz? , pregunte entonces en la empresa correcta, 100reais, Algun cargo por la bici?, obviamente omiti de nuevo a Buda, No, ninguno, dame uno para hoy, a que hora sale?, A las 6, 30 de la tarde, Perfecto. Pague con la tarjeta y con el pasaje en la mano me sentí mucho mas tranquilo, iba a salir de Brasil en regla, y por fin, despues de casi 5 meses, iba a volver a Argentina.
Caminaba con cara de feliz cumpleaños cuando un chico con una guitarra se acerco y pregunto ,De donde venis?,y como la respuesta no era simple le resumi el viaje, Que bueno, te invito a tomar una malteada, Claro , respondi, y no era joda, la malteada de chocolate era una bomba nuclear, costaba 9 reales asi que saca la cuenta. Renato era músico, pero ahora hacia tiempo para tomarse un colectivo a Minas Gerais donde con un amigo trabajaba para un hogar de niños recuperados de la calle y de situaciones de extrema violencia familiar, y para ellos, además de trabajar en la cocina de la institución , organizaba recitales, esta vez en conmemoración de San Francisco, patrono del Hogar.Su grupo o proyecto, como el prefería llamarlo, es Minacumpraia y organiza ahora una gira por la costa de Brasil, siguiendo algunos de los puntos en donde yo ya habia pasado. Nos quedamos charlando hasta que se hizo la hora en la que cada uno se tomaba su colectivo, me regalo un cd, nos dimos un abrazo, nos deseamos suerte y cada uno a lo suyo.
Subi al colectivo a las 6 y media,puse a Buda y a Gandhi que parecían mirarme enojados por tener que tomarselo , y yo cansado, pero con una sonrisa, encendí el ipod, puse el podcast de Café Brasil y me dormi escuchando a Luciano Pires hablando su correcto portugués.