sábado, 28 de noviembre de 2009

WAIHI WAIHI

Me desperte mucho mas tarde de lo que quería, a las 10 de la mañana. Ya Martin se habia ido a trabajar a la escuela y solo quedaban en la casa Sam, que todavía no se levantaba y su mujer, de la cual nunca supe el nombre, supongo que porque desde el principio sentí un rechazo poco sutil que se materializo en la primera pregunta que me hizo apenas poner un pie en el living y despues de contestar mi buenos días, Hasta donde pensas llegar hoy con la bicicleta?, dando por sentado que ese días me iria y que lo haría temprano, a pesar de haber estado ella presente cuando Martin me ofreció quedarme un par de días, No se , nunca lo se, dije. Me ofreció muy gentilmente un desayuno y se lo acepte mientras trataba de inventar charlas y de hacerla sentir comoda de alguna forma, de cualquier manera parecía mas empecinada en hacerme sentir incomodo con sus respuestas cortantes y desinteresadas de mi interés, despues de todo ella tambien habia pasado 12 años en Africa como profesora. Por suerte no tardo en llegar Sam y la conversación se hizo mas fluida al aparecer en escena alguien que le caia mejor que yo a pesar de que sus comentarios eran años luz mas pesimistas y desubicados que los mios. Termine de desayunar y Sam me ofreció y a patear un poco la pelota, un Argentina- Inglaterra en las neutrales tierras del kiwi. Lo cierto es que él no era muy aficionado al deporte pero por lo menos la distracción me sirvió para sacarme los ojos de la nuca y hacer una pequeña digestión antes de arrancar. Volvimos a la casa, arme todo como para irme pero al encontrar wi fi desde la habitación me quede dentro hablando con mama por skype. Cerca de la una finalmente arranque, y ahí obviamente la señora sonrió. Adios Sam, adiós señora, adiós y muchas gracias Martin, aunque no se lo pude decir personalmente y arrancar de nuevo hacia el sur , dirección Waihi, ciudad distante a unos 30 km de continuas subidas y bajadas por colinas alfombradas de verde césped. El dia estuvo como siempre, cambiante, un rato medio desnudo por el calor, a los 10 minutos apurándome a poner la campera para no congelarme. Llegue primero a Whiritoa donde pare a prepararme un tentempìe que a duras penas logre menterme en la boca antes de que el fuertísimo viento de la costa me lo sacara de las manos. Igual este hecho mereció y recibió de mi parte un gran monologo de malintencionadas y de ninguna manera gentiles puteadas de mi parte antes de proseguir con mi camino hacia el sur donde según Gloria Carrá hay que ir para enamorarse bien. Pase por la ciudad de Waihi sin mayor novedad, en general todas las ciudades de Nueva Zelanda se parecen y es por eso que les escapo, pero esta vez me desvie hacia la playa y especialmente hacia Waihi Beach, donde según me habia dicho el dueño de un camping de Hahei podían estar necesitando gente para limpiar habitaciones. Hacia allí me fui, deje mi cv con la foto en la que salgo de traje y al leer la recepcionista que habia trabajado de Cocinero me aconsejo me acercara al Whita Flat, un resto bar sobre la playa donde podrían necesitar de mis humildes servicios. Vamonos Gandhi, le dije a mi compañero(GABRIELA DIAZ VELO ) y hacia alla enfilamos. Como aca todo es chico en dos minutos estaba hablando con Andy, dejándole mi cv, arreglando cuando empezaba, las horas a trabajar y el sueldo a cobrar, le dije de todos modos que lo pensaría pero el bar me gusto, la carta no era complicada, organizaba cuatro recitales con mas de 3000 personas en el verano, las camareras eran mujeres, y las cocineras tambien, podia ser el cielo como podia ser el infierno, y por el otro lado estaba Hahei, igual habia tiempo. Cuando arranque de nuevo era tarde, casi las 7 y media, me quedaba una hora de luz, y no iba a llegar a la próxima ciudad, pero confiaba en que algún lugar encontraría antes de que se me hiciera de noche.Encontre de nuevo la 2 y en la intersección de la entrada a Waihi y esta autopista un parador de picnic que no se veía tan mal pero algo me dijo que encontraría algo mejor, segui unos doscientos metros, y esto se lo debo completamente al GPS(GPS MUNDO) y encontré una entrada que daba en el final al mar, la calle era Brigman Lane. A los doscientos metros, el mar, deje la bici y una llamada al celular, the monkeys, estaban en Tauranga, a unos 70 km de donde estaba yo, quedamos en que al otro dia los veria. Mientras tanto ubique con la vista el lugar donde armaria la carpa pero me pareció prudente alertar a uno de los pocos vecinos que parecía estar habitando la casa, toque la puerta y me atendió Martin, su dueño con un mameluco y lleno de pintura, Good night, sorry to borher u at this time but I´m travelling on a bike and I wondering if u have any problem with me setting the tent on the end of your street, Problem? Oh no, u can set it in our garden if u like, Well, much better, con lo que traje todo para la casa, arme la carpa y le deje el celular que se ofreció a cargar dentro, Good night, Good night, dije yo y cerro la puerta, me hice unos nuddles para cenar y me meti en la carpa,con toda mi ropa puesta y una bolsa de nylon por sobre mis pies para evitar que el frio que a esa hora comenzaba a levarse y prometia una larga noche no me congelara los pies, por lo menos eso.

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