domingo, 6 de diciembre de 2009

TAURANGA con una familia Maori y unos monos austriacos


Cerca de las tres de la mañana las ganas de ir al baño me obligaron a salir de la carpa, afuera, helado. Cerca de las 5 una lluvia pasajera me obligo de nuevo a salir, esta vez a meter la mochila que habia dejado en la bici viendo que es cielo no podia estar mas despejado, y a eso de las 6 y con el sol ya apareciendo me desperté cuando la carpa colapso debido al fuertísimo viento que soplaba, obviamente esto ultimo no me obligaba a salir y de hecho no lo hice y segui durmiendo hasta las 8 en que el viento se hizo tan molesto que no me quedo otra alternativa que darme por vencido. Desarmé la carpa, puse todo en su lugar, y mientras lo hacia Martin salió, me dio los buenos días y me ofreció el baño y un desayuno, si a las dos dije. Adentro estaba tambien Lynne , mujer de Martin y quien me ofreció café y unas tostadas. Finalmente nos quedamos charlando cerca de dos horas, resultaron un matrimonio super agradable, habían llegado desde Inglaterra hacia 4 años, habían tenido una plantación de palta los primeros 3 y ahora el se dedicaba a vender autos que importaba de Japon y ella a los negocios inmobiliarios aunque los dos habían decidido parar por un año para remodelar ellos mismos la preciosa casa en la que vivian y para los standars neocelandeces era vieja, 30 años. Cuando me despedi intercambiamos tarjetas , la mia dice, INBOUND TRIPS SALES MANAGER, se rieron cuando les dije de que me habia recibido en realidad y nos despedimos, seguro los volveria a ver si trabajaba por la zona.
Habia quedado con Michelle y con Joseph, the austrian monkeys, que los encontraría en la dirección que me habían mandado al teléfono cerca del mediodía y para almorzar, aunque no me veía haciendo 70km en dos horas. El camino era mas plano que lo habitual con lo que a pesar de no llegar en dos horas si lo termine en 3 y media lo cual no esta tan mal, y de nuevo en esto tuvo mucho que ver el Nuvi270, en las ciudades grandes es facil perderse y Tauranga es una de las mas grandes de Nueva Zelanda, pero esta pequeña herramienta tiene hasta la opción bicicleta que te evita las highways te mete por ciclovias y hasta te hace cruzar parques,un poco caro, seguro, pero super útil.
Llegue entonces a lo de Veda,couchsurfer maorí que hospedaba a los monkeys despues de escalar una escalera no apta para bicicletas. El que me recibió en la casa era Shared, hijo de Veda que leyó mi cara a la perfeccion, Queres comer algo? Siempre, le dije, y preparamos una hamburguesa de pescado en sándwich que calmo un poco al monstruo.Los chicos llegaron despues y tambien Veda con Roma y Simon, sus dos hijos mas chicos. Comimos algo y charlamos un buen rato de lo que cada uno habia hecho desde que nos habíamos separado y mas tarde salimos todos en búsqueda de wifi para ponernos al tanto de los mails, actualizar la pagina y avisar que estábamos bien, asi que todos a la casa de Rachel, amiga de Veda. A la vuelta cenamos y cada uno a dormir como pudiera, Veda se habia mudado hacia menos de 3 dias despues de una separación medio intempestiva de su marido con lo que poco tenia, aunque era mas que suficiente, es mas los chicos sacaron el colchon de la van y en el dormí yo , cubierto por una frazada que tambien ellos me dieron mientras que se acomodaban en la habitación de uno de los chicos. A la mañana desayunamos juntos todos con la familia y partimos los couchsurfers con Shared que nos hartó con una canción que no paro de reproducir en el celular desde que salimos y hasta que volvimos despues de pasar por el super, buscar infructuosamente wi fi gratis y terminar en un restorant atendido por un chileno, único en la zona donde con la consumición y sin tener que pagar una tarjeta extra, bastante caras, uno puede usar el wi fi todo lo que se le cante. 3 capuccinos por favor y un par de horas trabajando, si es que esa palabra se me puede aplicar de alguna extraña forma.En la casa prepare el almuerzo, repeti receta, pasta con salsa de espinaca y bechamel, pan de ajo para acompañar y una coca cola para no perder la costumbre ni el vicio. Despues despedirnos, por suerte esa mañana Michelle habia lavado la ropa del grupo, y comenzar una etapa nueva en el viaje, la experiencia en Camper van, para los que no notaron que esta vez, y para no herir sensibilidades, no dice en bici por sudamerica, ni por new zealand sino solo RATATRIP. Como decia, cargamos la bici y con un dia frio y de rachas de llovizna salimos rumbo este, desviándonos de la ruta sur que era mi idea seguir. Pasamos Te Puke donde paramos solo para decidir que seguiríamos un poco mas adelante y llegamos a Maketu, un pequeño poblado costero donde paramos, nos preparamos un te de frambuesa y nos lo tomamos en un acantilado que cortaba una colina cubierta del verde césped que parece tapizar el país, mientras el sol bajaba como asi la temperatura a medida que la brisa se hacia mas fuerte y helada. Buscamos lugar donde dormir y lo encontramos en un terreno público sobre una colina sobre la que se podían todavía ver las luces de Tauranga brillando en el horizonte. Preguntamos a los vecinos, ningún problema, y si lo usamos la señal de wi fi? A no, eso no lo preguntamos, se la usamos igual. Arme la carpa, los chicos durmieron en la van y yo me recage de frio desde que entre con la media mojadas y cubiertas por una bolsa mas todos mis abrigos puestos, la noche iba a ser larga, pero por lo menos lo sabia de entrada y eso me daba mas tiempo para acostumbrarme a la idea

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